El Shiatsu  es una palabra compuesta de dos vocablos japoneses,  “Shi”  en español  dedo y “atsu”  presión, forma parte de la medicina tradicional oriental con más de 4000 años de experiencia, y más en particular de la acupuntura y acupresión y a partir de los japoneses a sido mayoritariamente conocido.

Si bien el Shiatsu es muy conocido y practicado en Japón, era prácticamente ignorado hasta hace algunos años en Occidente hasta que la acupuntura comenzó a gozar de la atención del público. La acupuntura consiste en el empleo de agujas en puntos clave (tsubas) del cuerpo. El arte del Shiatsu se basa en los mismos puntos, pero en lugar de insertar agujas, aplica sistemáticamente presión sobre dichos puntos, utilizando para ello los pulgares, los dedos y las palmas, en china es más conocido como acupresión.

Basada en una filosofía y comprensión de la vida, donde la salud no es ausencia de dolores y molestias, si no un estado de coexistencia en armonía con el cosmos que da como resultado un estado de salud física, emocional, mental y espiritual, donde está implícito una correcta forma de alimentación , correcto ejercicio, correctos pensamientos  y unidad con todo , también llamado estado de Unicidad y todos formamos parte de esta ecuación , por lo que la variación de cualquiera de las variables da como resultado una alteración del resultado general y por ende al estado de Unicidad o Unidad del todo.

Unicidad significa que la vida del universo y la vida de un individuo son esencialmente lo mismo, y que están constituidas por iguales elementos. Según los viejos filósofos orientales, cada vida, cada cosa del universo-y el universo mismo- cumplen idéntico ciclo vital. Yin y Yang son dos fuerzas opuestas del universo que deben mantener su equilibrio si se quiere lograr la Unicidad o el estado de armonía. Yin es una fuerza negativa; yang es lo positivo. Se considera que la luna es yin y el sol yang. La noche yin y el día yang;  el agua yin y el fuego yang. Dentro de los conceptos de yin y yang no hay absolutos y se piensa que, si bien se trata de fuerzas opuestas, son complementarias y conviven en estado de armonía, todo tiene una parte de yin y otra de yang, como por ejemplo el hombre se lo considera yang y a la mujer yin, pero cada uno de ellos contiene al otro, el hombre tiene en si una parte de yin y la mujer una parte de yang.

Se considera además que las fuerzas del yin y del yang no son estáticas sino que cambian constantemente y que un exceso de yin se transforma en yang y demasiado yang pasa a ser yin. Cuando el agua(yin) se congela (yin) se transforma en hielo (yang).

Desde sus comienzos, la medicina oriental estuvo estrechamente vinculada con la filosofía de la Unicidad o del estado de Armonía y con la idea de las fuerzas del yin y del yang del entorno y del cuerpo. Se creía, que la salud (estado de armonía) se resentía solo cuando se destruía el equilibrio entre el yin y el yang. La manera de enfocar la salud era preventiva, a fin de mantener la armonía corporal. Pero si esta armonía se perdía, había que restablecerla, lejos de ver el Shiatsu como un método paliativo de restablecer la salud, este a través de su filosofía nos enseña donde la perdimos y como colaborar con el cuerpo para restablecerla, a través de cambios de conducta, hábitos, tendencias, vicios y por lo tanto despertar de conciencia donde debemos primordialmente entender que los causantes de los estados de desarmonía o rompimiento de la Unicidad somos nosotros mismos, y si nos toca estar del lado del terapeuta es hacer consciencia y educación sobre el paciente para que corriga sus errores y así camine hacia el estado de armonía, podemos usar para ello el Shiatsu, la nutrición, la herbolaria, la psicoterapia, el ejercicio y las artes marciales, el yoga, la meditación, etc. Y cualquier herramienta que conlleve al paciente o a nosotros mismos hacia el estado de salud, armonía, unicidad.

Los antiguos terapeutas y filósofos chinos efectuaban profundos estudios de los males humanos. El sistema que surgió de estos estudios fue muy diferente de que produjo el occidente miles de años después. El enfoque oriental es empírico: prácticas basadas en la experiencia y en la observación. Los sabios chinos observaron que ciertos trastornos afectaban determinados puntos en la superficie del cuerpo: varios puntos se ponían calientes, se enfriaban, se hacían hipo sensibles o hipersensibles, se endurecían, dolían, se secaban, estaban más grasosos, se decoloraban o se manchaban. Llegaron a ubicar 657 de estos puntos en el cuerpo, y observaron que algunos de ellos se relacionaban entre sí. Como si estuvieran diseñando un mapa médico, trazaron líneas entre estos puntos interrelacionados y determinaron que hay doce vías de acceso o meridianos que, en cada mitad del cuerpo, vinculan dichos puntos. Además de  estos doce pares de meridianos corporales, trazaron dos meridianos coordinadores que dividen el cuerpo en dos sectores iguales. Uno de ellos, conocido como el meridiano de la concepción se extiende desde la base del tronco, pasa por el centro del abdomen, el centro del pecho y termina en un punto central y anterior del maxilar inferior o en la punta de la lengua. El segundo o meridiano rector, también llamado gobernador,  comienza en el medio de la encía superior, sigue hacia arriba y hacia el centro del cráneo, continua por la parte posterior a lo largo y hacia abajo por la columna vertebral y termina en la base del cóccix. El meridiano de la concepción recibe este nombre debido a que los órganos sexuales están ubicados en este sentido. Se mueve principalmente con energía yin. El meridiano gobernador  se denomina así debido a la enorme importancia de la columna vertebral como sostén fundamental del cuerpo. Acciona principalmente mediante energía yang. Estos dos meridianos divisores controlan la energía que circula constantemente por los doce pares de meridianos corporales. Interconectados los doce pares de meridianos corporales constituyen un único sistema energético que conserva el estado de armonía  y la salud del cuerpo, emociones y mente.

L a precisión de estas observaciones queda comprobada por el modo de actuar ya que corresponde en prácticamente todos los casos y equivale a las distintas redes descubiertas siglos después por la medicina occidental: los sistemas circulatorio, nervioso, endocrino, reproductor, digestivo, etc.

Los antiguos en esta creencia absoluta de que todo el universo es uno y está perfectamente interrelacionado, creían que los meridianos son los conductos por los que circula al energía del universo, animando la vida y su estado de armonía, interpretando la enfermedad o el dolor cuando estas sendas eran obstruidas por nuestros  errores de vida y creyeron que la estimulación de los meridianos de forma periódica y recurrente ayudaba a prevenir y alertar al paciente sobre sus errores, por lo que la medicina oriental se basaba en un estado de prevención constante, llegando incluso a aplicar castigo al médico al que se le enfermaba algún paciente.

Con el correr de los años la acupuntura llegó a ser una disciplina médica sofisticada pero todavía basada en el antigua concepto: es necesario mantener el equilibrio entre todas las zonas del cuerpo así como con el medio externo.

La acupuntura china fue introducida en el Japón hace 1300 años. El Shiatsu surgió en este país en el siglo XVIII como una combinación de la forma amma tradicional de masaje oriental. El am (presión) ma (frotación) consistía simplemente en presionar y frotar los puntos dolorosos del cuerpo, empleando para ello los dedos y las palmas de las manos. Se llegó a determinar que en lugar de agujas, podían obtenerse resultados similares mediante la presión directa con los pulgares y con otros dedos en los puntos de acupuntura.

El Shiatsu está libre de los riesgos de infecciones o lesiones propias de la terapia con agujas y cualquiera puede practicarlo sin riesgos inclusive a sí mismo.

No debemos de olvidar que nunca se bebe de aplicar Shiatsu a quien tiene fiebre, padece una infección o cualquier trastorno orgánico interno, o tiene propensión a las hemorragias internas o ha sufrido una fractura ósea todavía no bien consolidada.

A todos  el Shiatsu nos puede mejorar la vida si lo emplea de manera inteligente, preventivo y por lo mismo consecuentemente, junto con una correcta alimentación, correcto ejercicio, correctos pensamientos y correcta ubicación en la unidad del universo.

Bibliografía:

-Shiatsu de  Yukiko Irwin con Janes Wagenvoord Ediciones Lidiun sexta edición 1986

-El masaje japonés de Iona Teeguarden Ediciones Martinez Roca, S.A. 1981